domingo, 15 de mayo de 2011

Peña Nieto presidente de México: EE. UU.

Asi la vida 
columna semanal 
Por Juana Martínez
Peña Nieto… el bendito
Noticias En Exclusiva (Colaboración especial).- Fue a recibir el premio al “Buen Vecino” en Estados Unidos, aunque bien a bien no sabemos qué hizo como “vecino” para que los estadounidenses lo eligieran entre la clase política, los empresarios, los investigadores, y demás personajes que tenemos entre los más de 100 millones de habitantes de México, vecinos todos del país que se dice campeón de la democracia. Pero, el gobernante mexiquense, Enrique Peña Nieto, no sólo regresó con ese trofeo sino que se sacó el premio mayor: Nada más ni nada menos que ser declarado el próximo presidente de México ¡Hágame Usted el favor!
Y tal reconocimiento se hizo además en uno de los edificios más emblemáticos de la tan cacareada democracia estadounidense: El Capitolio, ese edificio inaugurado en 1800, sede del Senado y la Cámara de Representantes, donde además Peña Nieto, olvidando que la ropa sucia se lava en casa, se quejó de una supuesta "campaña negra" que alguien –porque no mencionó quién- ha emprendido contra el PRI para "desvirtuar la posición que tiene” en la lucha contra el crimen organizado.
El gobernador mexiquense, abogado y oriundo de Atlacomulco, compareció en el Congreso. Ahí, el congresista Henry Cuéllar, el demócrata de más alto rango en el Comité de Seguridad Interna, no dudó en presentarlo como el próximo Presidente de México y la persona con la que el Poder Legislativo podría debatir el futuro de esquemas de cooperación como la Iniciativa Mérida: "Yo no me meto en la política de México. Pero en mi opinión, y yo soy bueno en los pronósticos, el próximo presidente va a ser” Enrique Peña Nieto, dijo Cuéllar apuntando al gobernador mexiquense.

Y mientras en México nos hartamos de gobernantes que no hallan la brújula, de políticos que prometen empleos, seguridad, desarrollo y con cínica ligereza olvidan por qué los ciudadanos les dieron el voto; mientras nuestros legisladores no logran ponerse de acuerdo en cosas tan simples como: convocar o no a un periodo  extraordinario de sesiones; y consorcios monopólicos se agarran públicamente del chongo por llevarse la tajada más grande del pastel, un pitonizo congresista norteamericano nos anuncia ya quien nos gobernará en los seis años que siguen al 2012.

Tal vez deberíamos hacernos eco de eso ¡Imagínese! Nos ahorraríamos por lo menos 25 mil millones de pesos. Un informe de resultados de la revisión y fiscalización de la Cuenta Pública de la Auditoría Superior de la Federación indica que en 2006 los partidos políticos obtuvieron cuatro mil 175 millones 367 mil pesos, de los que dos mil 68 millones 375 mil pesos fueron para actividades ordinarias y 37 millones 110 mil pesos se destinaron a actividades específicas. En las elecciones presidenciales de 2006 cada voto costó 35 dólares, mientras que en otros países con una experiencia electoral consolidada, el costo del sufragio varía entre uno y tres dólares. El Informe anota que entre 2000 y 2008 han existido 16 partidos políticos nacionales que han costado a los mexicanos más de 25 mil millones de pesos. 

Así las cosas, podríamos destinar esos millones a edificar más escuelas, ampliar la capacidad de la UNAM, del IPN, de la UAM, por ejemplo, porque mucho se nos ha dicho que el origen de nuestros problemas es la falta de espacios para preparar a nuestros jóvenes. Y eso sin pensar en lo que en corto se ahorrarían los candidatos al empleo número uno de este país en: ropa nueva para campaña, zapatos para cada ocasión, asesores y otras cosas más que se utilizan para “enamorar” a los electores, amén de los gastos en siquiatra que en ocasiones tienen que hacer cuando pese a ser halagados en sus  campañas, los electores volubles en lo oscurito se deciden por otro aspirante.

Tal vez no debiera indignar le injerencia abierta de los congresistas de EU en cuestiones mexicanas, o que Peña Nieto haya elegido como estrategia de precampaña ir a manifestar su queja velada contra Felipe Calderón a los legisladores estadounidenses, sino hacernos eco de los pronósticos del congresista Cuéllar, olvidarnos de costosas campañas, borrar nuestras aspiraciones democráticas y en Fast track entregar el premio mayor a Peña Nieto, al fin ya está bendito.

El problema es saber cómo olvidar que el Estado de México es la entidad que más feminicidios registra; que el 15 por ciento de los mexiquenses ha sido víctima de algún delito, de acuerdo con a la encuesta nacional del Instituto Ciudadano de Estudios sobre Inseguridad , que de acuerdo con la misma fuente se cometen 15 mil 600 delitos por cada 100 mil habitantes, que de acuerdo con la organización México Unido contra la Delincuencia, el Estado de México es la entidad donde se cometen más ilícitos y muchas muestras más de que los problemas no sólo no se resuelven sino que se exacerban. Hasta la siguiente

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