Además de pobres ¡Somos muchos y seremos más!
Por Juana Martínez
Pues bien, lo único que nos faltaba que nos declararan oficialmente pobres a 52 millones de mexicanos y que nuestros gobernantes de marras le echaran la culpa a los vaivenes financieros internacionales de su ineficacia, corrupción y avaricia ¡Pero cómo no vamos a ser pobres! Con un presidente que gana 208 mil 570 pesos mensuales, sin considerar las “prestaciones”, con secretarios de Estado cuya remuneración sobrepasa los 205 mil pesos al mes, también si contar sus respectivas “prestaciones de ley”; con diputados cuya dieta mensual es de 75 mil 631 pesos y que además se embolsan 45 mil 782 pesos de asistencia, si así como lo lee, asistencia Legislativa, es decir si se les da la gana ir a trabajar, además de 28 mil 722 pesos de atención ciudadana, es decir si tienen ganas de hacer parte de su chamba, obviamente cifras estas que no incluyen las “prestaciones de ley”; con senadores que perciben 121 mil pesos mensuales, claro además tienen sus “prestaciones; con magnates empresariales que no pagan impuestos y para los cuales la Ley Federal del Trabajo es letra muerta, para empleador como el Grupo Walmart (el mayor empleador del país) que para no dar las prestaciones de ley llama a sus empleados “asociados”.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social nos informó el viernes que los pobres tenemos más competencia porque ya somos cuatro millones más que hace tres años, a cifras de 2010 y en las que no se suman los de este año, es decir: “Somos muchos y seremos más”. Pero hay un dato que tranquiliza, según el citado organismo que estoy cierta que no da las cifras reales para no espantarnos ni deprimirnos, y es que ya se contuvo el crecimiento de la pobreza extrema ¡Bravo! ¿Será acaso porque la gente se va muriendo de inanición y así pues ya no puede ser parte de las estadísticas? ¿O tal vez alguno de ellos se sacó la lotería y saltó a la escala de los pudientes? ¿O quizás se escondió para que no lo contaran?
Y como en política todo se vale hasta la burla y el descaro, después de darse a conocer tales cifras, el diputado priista Carlos Flores Rico, vicecoordinador de política social de la bancada del tricolor, con todas las agallas salió a desmentir al Coneval y a jurar que los pobres sumamos 57.7 millones y que los que se ubican en pobreza extrema pasaron de 18.4 millones en 2008 a 22 millones. La cuestión es que si sumados los pobres y los reprobres somos 79.7 millones de mexicanos los que estamos fregados, los que con el salario mínimo de 59.82, 58.13 y 56.70, según la zona en que se viva, porque en esto, como en todo, también hay niveles, nos encontramos con que un kilo de deliciosos aguacates cuesta 70 pesos y un tanque de gas doméstico, chiquito, sólo de 20 kilitos, cuesta 200 pesos, por decir algo.
Pero, bueno no todo es tan grave, tenemos un presidente con sentimientos: “Me duele enormemente que muchas familias han tenido que hacer enormes sacrificios para salir de la crisis” dijo el mandatario después de que el Coneval dio a conocer sus cifras. Alabo el sentimentalismo del presidente, pero, como siempre, se equivoca porque las familias no han tenido que hacer enormes sacrificios, sino que están en el permanente sacrificio y porque no han salido de la crisis, pero a final de cuentas se puede ser sentimental cuando se tiene un salario como el suyo; se puede pedir perdón públicamente cuando se tiene el ingreso para el derroche y el cinismo. O será tal vez que los mexicanos no sabemos administrarnos y que efectivamente, como diría Ernesto Cordero, 6 mil pesos alcancen para colegiatura, letra de automóvil, comer y vestir bien ¡Ah que vigente esta Chava flores, caray!
Somos muchos pobres y cada vez seremos menos, si menos, porque iremos muriendo, suicidándonos o nos irán matando argumentando que somos criminales, que elegimos el mal camino y que no valoramos todo lo que nuestro mareado gobierno hace por nosotros, ya en una pomposa conferencia de prensa tres secretarios de Estado trataron de decirnos que no hay tal pobreza, todo está en nuestra imaginación. Heriberto Félix Guerra destacó los programas de asistencia (limosna) pública emprendidos por el gobierno; Alonso Lujambio cacareó que hay más acceso a la educación, justo el día en que también se supo que 46 mil jóvenes fueron rechazados en el examen de admisión al bachillerato, y exaltó la calidad educativa, días después de que se dieron a conocer los altos índices de reprobación en los exámenes aplicados a maestros que ya dan clases.
José Ángel Córdova que está ya con un pie en el DF y otro en Hidalgo presumió que cada vez más mexicanos son atendidos por el sector salud oficial y cada vez menos acuden a la medicina privada ¡Claro está señor secretario! La gente acude al sector oficial porque ya no tiene dinero para acudir a médicos particulares ni para comprar medicinas, no porque haya mejorado el sector a su cargo, donde ni siquiera se tienen los mejoraditos que le recetan a la gente gracias a las corruptelas y malos manejos de las instituciones del sector. En resumidas cuentas ni se inmutan del aumento a la pobreza. Así las cosas. Hasta la próxima.